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Preservó la sangre del cordón umbilical y pudo salvar del cáncer a su hija.


El padre de una niña a la que le diagnosticaron cáncer capitalizó de la mejor manera la idea que tuvo de conservar la sangre del cordón umbilical cuando ella nació.


A su hija, luego de haber cumplido cinco años, le diagnosticaron neuroblastoma metastásico de alto riesgo y realizó diversos tratamientos para controlar

la enfermedad pero sin efectos positivos.


El doctor Jaime Pérez de Oteyza, que atendió a la niña, definió al neuroblastoma como un tumor que tiene "una tasa de éxito de entre el 30 y el 40% respecto

del cáncer infantil más común cuya curación alcanza el 90%", de acuerdo a lo informado por el diario El País.


Fue así que el padre de la niña, César Cavallé, insistió al cuerpo médico par que considerara la posibilidad de utilizar las células madre conservadas

durante la vida de la niña.


Telma precisaba un trasplante con células de su propio cuerpo, pero el tumor que tenía había invadido por completo la zona de donde se podía hacer la extracción.

Fue entonces que acudieron a las células guardadas por años a una temperatura de 196 grados bajo cero.


De aquella muestra, se contabilizaron 1300 millones de células nucleadas con ausencia de contaminación bacteriana, óptimas para realizar el trasplante

inmediato.


Tras la intervención, Telma fue sometida a una cirugía donde le extirparon el 80% del tumor y posteriormente recibió sesiones de radioterapia e inmunoterapia

hasta lograr en marzo pasado la remisión completa.


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